ii. campus y ciudad

¿estudias o trabajas?

En Monterrey hay la fiebre del estudio, el anhelo y el afán santo de aprender; miles de niños y jóvenes ocurren a centenares de centros de educación, escuelas de medicina y de leyes, de comercio, de idiomas, de telegrafía, de química, de electricidad. Todo el mundo trabajando, todo el mundo instruyéndose, sin parar un punto, asiduamente, vertiginosamente. Las ideas marxistas, con sus huelgas, con sus exigencias, con sus disminuciones de horas de trabajo, y demás, han prosperado poco en Monterrey. La urbe es el gigante laborioso que no tiene tiempo para andar pensando en comodidades y en tonterías. A trabajar se ha dicho. ¡A estudiar! Parece que en la mente de cada regiomontano germina la idea de que el único factor de bienestar y de progreso es el trabajo; el trabajo honrado, que evita los malos pensamientos, las venganzas personales, el malsano deseo de castigar al patrón, a un mayordomo. Y parece que la urbe se encuentra bien, que todo el mundo trabaja y descansa a su tiempo, pues que sobran las diversiones. ¡Apenas si se ven desocupados o mendigos en la calle!, y entiendo que las cantinas son en número muy inferior. (Encarnación Brondo Whitt: 1937, en Rangel, 130)

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colonia cuauhtémoc

Una de las primeras acciones que emprendieron [la Sociedad Cuauhtémoc y Famosa] (SCYF) en 1918 fue la de repartir casas desmontables de fácil embalaje para solucionar temporalmente el problema de habitación. En 1923, más de 50 empleados habían recibido las viviendas portátiles, de los cuales 14 eran mujeres. (Recio Cavazos, 88)

En 1926, el proyecto alcanzó otra dimensión. Fue el siguiente paso en el proceso de vivienda: la adquisición de terrenos para la creación de una colonia exclusiva de la cervecería. La idea permitiría aumentar rápidamente el número de casas para dotar en el menor tiempo posible a más trabajadores. Las casas prefabricadas y desmontables comenzaron a ser historia y la primera colonia Cuauhtémoc llegó a contar con todos los servicios: luz, drenaje, agua potable, pavimentación y áreas verdes. (García Ramírez, 147)

A principios de 1929 la empresa presentó ante el gobierno del estado de Nuevo León los planos de la colonia que proponía desarrollar entre las calles Cuauhtémoc y Guerrero; en colindancia con la cervecería, contaba con jardines, parques y campo deportivo. Un año después el gobierno del estado aprobó la colonia para obreros que la cervecería propuso y la empresa se dio a la tarea de pavimentar las calles, sembrar árboles, determinar y ubicar los lotes, para ofrecerlos a la venta a los empleados. La colonia que ya en aquellos años se llamaba Cuauhtémoc tenía una superficie de 130 mil metros cuadrados, de los cuales se proponía dejar 23 mil para la construcción de parques. Además, el proyecto contaba con sistema de alumbrado público y drenaje. (Recio Cavazos, 89)

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El paternalismo industrial también cambió con los tiempos, apoyándose en las prácticas anteriores e igualando los beneficios que obtenían los sidicatos militantes. La cantidad de trabajadores en vivienda subsidiada por la empresa, por ejemplo, aumentó al doble durante los años treinta a medida que se desarrollaba la colonia Cuauhtémoc en los terrenos cercanos a la planta. (Snodgrass, 323)

Fue en los años cincuenta, sin embargo, cuando se construyó la colonia Cuauhtémoc, la más acabada expresión de la visión social de los capitanes de industria de la ciudad. La traza de la colonia fue diseñada por Antonio Joannidis, entonces profesor en la escuela de arquitectura del Tec; se desarrolla en torno a las avenidas Titán y Famosa que concentran el tránsito y ordenan una serie de culs de sac. Desde el centro de la colonia, la avenida Famosa es una calzada que enmarca las instalaciones de HYLSA. En un terreno plano, alejado de las montañas que caracterizan y significan el paisaje de Monterrey en otros puntos, HYLSA, con su enorme maquinaria de metal oxidado, se yergue como montaña sagrada. (Landa, 36)

Ésta tendría una característica fundamental que la distinguiría de las monótonas unidades habitacionales inauguradas posteriormente por el gobierno: las construcciones serían diferentes entre sí. Los trabajadores podían acudir a la colonia y elegir tres tipos de vivienda. Incluso gozaban de la libertad de proponer a los arquitectos la forma en que deseaban construir sus casas. (García Ramírez, 149)

En esta colonia se logró lo que fue imposible en los complejos de vivienda del gobierno: mezclar familias con distintos niveles de ingreso; las empresas del Grupo Monterrey hicieron vecinos a sus obreros y mandos medios. (Landa, 38)

poder más allá de las puertas de la fábrica

Al poniente de la iglesia [San Juan Obrero] se encuentran las oficinas de la Federación Nacional de Asociaciones Sindicales Autónomas (FENASA), organización de los sindicatos blancos de las empresas del Grupo Monterrey. Al sur de la iglesia hay una plaza dedicada por los colonos a don Eugenio Garza Sada poco después de su muerte. Así, el centro ceremonial de la colonia [Cuauhtémoc] reúne sus poderes y símbolos principales: la iglesia, el estado-sindicato y la memoria de su héroe-fundador. Tanto las instituciones del gobierno como sus símbolos son ajenos a este espacio, en el que el grupo empresarial más prominente de la ciudad en el siglo XX se presenta también como la principal fuente de autoridad. (Landa, 37)

Tanto obreros como empleados habitaban las colonias ahí desarrolladas durante los años veinte y treinta. Los residentes de las colonias elegían a supervisores de los departamentos de embotellar y talleres generales como presidentes de su junta de mejoras materiales. La cervecería ofrecía las instalaciones de la empresa para los festivales auspiciados por las juntas para recaudar fondos para pavimento, banquetas y alumbrado público. Dichos esfuerzos extendían el paternalismo más allá de las puertas de las fábrica. (Snodgrass, 100)

Más allá de las puertas de la fábrica, la policía de la empresa patrullaba los barrios cercanos, echando a los activistas laborales conocidos, mientras que los espías-trabajadores vigilaban a sus colegas en las cantinas, los salones de baile y otros espacios públicos. Un operario de cervecería, por ejemplo, perdió su empleo cuando un informante lo vio en un mitin de la CTM. (Snodgrass, 323)

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del paternalismo a la indiferencia

La crisis mexicana [del cambio del siglo XX al XXI] y su recuperación tuvieron un precio. Forzados a reducir costos, la nueva generación de industriales de Monterrey redujo sus ofrecimientos paternalistas. El paternalismo perduró, pero se detuvieron los desarrollos habitacionales, las prestaciones se recortaron y las fiestas fueron esporádicas. Los incentivos que le dieron nacimiento al paternalismo, desde los sindicatos militantes hasta un gobierno entrometido, habían dejado de existir.

Además, a medida que crecía la ciudad, la élite regiomontana trasladó sus hogares y oficinas a los nuevos enclaves suburbanos y aparentemente “desconocen dónde y cómo viven sus obreros”. (Snodgrass, 394)

El distanciamiento social se hizo abismo. Las nuevas generaciones empresariales viajan en avión privado y conocen Aspen, Nueva York y París mejor que Monterrey.

Desconocen dónde y cómo viven sus obreros, así mismo lo que se siente subirse a un camión o a una pesera, salvo que entren a la política. (Zapata, 91)

del campus a la ciudad

1. una pequeña ciudad que detona la ciudad

Entonces no había en el país ninguna ciudad universitaria. Hubo que esperar diez años para que Miguel Alemán, después de visitar el Tecnológico, tuviera la idea de fundar la Ciudad Universitaria en la ciudad de México (García Ramírez, 185)

El diseño del campus [del Tec] fue encomendado a Enrique de la Mora en 1945. La solución que propuso el arquitecto no fue menos audaz que la [del templo] de la Purísima. El Tec, por su parte, fue el primer campus universitario en el país y, como tal, la obra fundacional de una tipología con una historia ilustre en México.

La tradición del campus nació en los Estados Unidos. En el siglo XIX comenzaron a construirse complejos universitarios a partir de planes maestros; no se trataba simplemente de reunir las distintas funciones de una institución educativa en el mismo lugar, insertando sus edificios en una trama urbana preexistente, sino de la concepción de la totalidad de las instalaciones de una universidad, con sus distintas funciones, como unidad arquitectónica, y su construcción en una zona sin urbanizar. (Landa, 30 y 31)

2. la ciudad universitaria, la ciudad bajo el desarrollo estabilizador

Durante la administración del presidente Miguel Alemán, bajo el gobierno estatal del doctor Ignacio Morones Prieto y la rectoría del licenciado Raúl Rangel Frías, se iniciaron las gestiones para la construcción de este espacio universitario, y se tomaron como modelo los creativos diseños funcionalistas y racionalistas ya experimentados en CU de la UNAM. (Campani González y Cavazos Pérez, 87)

3. campus metropolitano, estrategia contraideológica

A finales de los años sesenta, dos universidades privadas aparecen en el escenario educativo local: la UR y la UdeM. Su fundación se dio en el marco de las demandas de estudiantes tanto de la UANL, como del Tec.

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La Universidad Regiomontana nace escasamente a menos de un año después del proceso del 68 en México, en julio del 1969. Dentro de ese ambiente, muy contaminado por grupos políticos, los empresarios vieron en la UR una manera muy efectiva de ayudarle a los empleados a poder acceder a sus justas demandas por una vida mejor y, al mismo tiempo, poder ayudar a que la industria se fortaleciera con personal más educado y mucho mejor capacitado.

En 1974 la UR fue comprada por un grupo de empresarios. El objetivo de este tipo de empresarios sería coadyuvar a solucionar el déficit educativo superior en el medio industrial; reorientar la educación superior fuera de áreas políticas e ideológicas. (Moreno Zúñiga, 70-71)

Las dos universidades privadas que se fundan a finales de los sesenta en Monterrey para contrarrestar la tendencia de politización de las universidades, toman una estrategia urbana. En vez de la tradición de establecerse en un campus donde conviven todas las facultades y todos los estudiantes en una pequeña ciudad dentro de la ciudad; deciden atomizar sus escuelas y facultades en distintas zonas de la ciudad para evitar su contacto y pulverizar el potencial político que pudieran tener unidos.

4. campus urbano, reurbanización y estrategia inmobiliaria

[A principios del siglo XXI] un caso destacable es el de la Universidad Metropolitana de Monterrey, que ha visto crecer sus instalaciones comprando inmuebles ubicados en el primer cuadro de la ciudad, sitio clave del proyecto Monterrey Ciudad Internacional del Conocimiento. (Moreno Zúñiga, 68)

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Lo que en los sesenta era una estrategia para neutralizar la politización de sus campus, para inicio del siglo XXI, se vuelve una estrategia de reactivación urbana en zonas deprimidas del centro.

De las universidades fundadas a fines de los sesenta, la UdeM cambió su estrategia y estableció su campus, a finales de los ochenta, en la zona poniente de la ciudad para así detonar el desarrollo urbano de lo que 20 años después sería la zona Valle Poniente.

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A inicio de siglo XXI la UR, bajo el patrocinio de CEMEX, se propuso adquirir una serie de predios que le permitieran conservar su estrategia de campus urbano, pero al mismo tiempo, reordenarlo para posicionarse como el corazón de la zona centro, lo que una década después será el Distrito Purísima-Alameda con los nuevos dueños de la UR, el grupo Topaz.

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